La superficie del campo de béisbol cubre 0,8 hectáreas y se divide entre el “infield” y el “outfield”. Juntas estas dos áreas se las conoce como la zona buena o “fair” mientras que el resto es la zona mala o “foul”.
EL INFIELD (CAMPO INTERIOR)
El infield es la zona de tierra delimitada a 97,53 m. del Home por la linea de foul y dentro de él se encuentra el cuadro que consta de 27,43 metros por cada lado. En los extremos del cuadro se encuentran ubicadas las 3 bases por las que deben transitar los jugadores una vez haya comenzado el partido, teniendo en cuenta que estos son los puntos que debe tocar el corredor para anotar una carrera. Finalmente se puede ver el plato de home, que hace de base inicial y de meta como el cuarto punto de la carrera por la que debe avanzar un jugador en su turno.
EL OUTFIELD (EXTERIOR O JARDINES)
Delimitado por las vallas que se pueden observar entre la izquierda y la derecha del campo. Su función consiste en señalar a los jugadores cuáles son los límites del outfield o lo que se encuentra por fuera del infield, generalmente de hierba o césped artificial. En cuanto a sus medidas, lo usual es que se ubiquen a una distancia que ronda los 300 a 410 pies, es decir, entre los 90 metros y los 125 metros, respecto del home.
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